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En un mundo que cambia rápidamente y que hace que los planes detallados queden obsoletos antes de que puedan implementarse; Los mismos planes son a menudo tan generales que requieren una interpretación interminable, en cuyo caso no son ningún plan en absoluto, o se vuelven tan rígidos que disminuyen el pensamiento, oscurecen la visión y amortiguan la defensa de otros puntos de vista más innovadores. Mucho mejor que los planes precisos es un sentido claro de la dirección y los principios rectores.
Estamos moral y éticamente obligados a preservar y proteger nuestro medio ambiente. Es la base misma de una sociedad sostenible. Como «fideicomisarios» estamos obligados a actuar de una manera que deje nuestro medio ambiente en un estado mejor de lo que lo recibimos, no excluyendo opciones para los beneficiarios del mañana.
Reconocemos el Principio de Precaución:
«Cuando una actividad plantea amenazas de daños para la salud humana o el medio ambiente, deben adoptarse medidas de precaución incluso si algunas relaciones de causa y efecto no están plenamente establecidas científicamente. En este contexto, la carga de la prueba debe recaer sobre el proponente de una actividad, y no sobre el público. El proceso de aplicación del Principio de Precaución debe ser abierto, informado y democrático y debe incluir a las partes potencialmente afectadas. También debe implicar un examen de toda la gama de alternativas, incluida la inacción.»
Creemos que las pequeñas cosas que hacemos cada día tienen un gran impacto en nosotros y en nuestro futuro. Recuerda, para proteger lo mejor de lo que tenemos en el presente para el presente y el futuro, todos debemos cambiar continuamente nuestro pensamiento y nuestro comportamiento hasta cierto punto.
Reconocemos el Principio de Equidad Intergeneracional a la hora de tomar decisiones.
«La generación actual debe garantizar que la salud, la diversidad y la productividad del medio ambiente se mantengan o mejoren en beneficio de las generaciones futuras».
Las actividades que contribuyen a cambios irreversibles, o socavan la integridad, la estabilidad y la belleza de la naturaleza, cuyas consecuencias y cargas de costos se imponen injustamente a las generaciones futuras, no son más que una forma de tiranía remota.
En la forma en que nos comportamos en los negocios y en el campo, es nuestro deber fiduciario:
Mostrar profesionalismo, equidad y confiabilidad en todos los tratos comerciales.
En GKEPS, ‘Preservamos y Protegemos’, y actuamos en consecuencia. Hacemos hincapié en los resultados ambientales de las decisiones de gestión. Lo que es evidente son los resultados, no la estructura empresarial, la jerarquía de gestión o simplemente los resultados operativos.
Sesgamos las decisiones:
Entendemos y aplicamos el Verdadero Manejo Integrado de Plagas (MIP) como un sistema interdisciplinario de técnicas para el control de especies invasoras que:
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